Puede frenar el coche si no detecta actividad del onductor en el volante, ni reacción ante las advertencias sonoras y acústicas de alarma.
Estas señales de aviso son de varios tipos. Primero, acústicas y visuales. Luego, da sacudidas con los frenos y activa las luces de emergencia.
La acción final que toma el sistema es frenar por completo de forma autónoma y finalmente acciona el freno de estacionamiento.